Busto de Pitágoras Vía, licencia GNU y CC |
¿Qué tendrá que ver Pitágoras con las habas? ¿Y con la malaria? Seguramente muchos de vosotros os estaréis preguntando esto. Os voy a contar el porqué y espero no defraudaros.
Las habas han sido y siguen siendo una importante fuente de alimentación en el Mediterráneo. Sin embargo, Pitágoras prohibió comerlas a sus discípulos. ¿Por qué? Se piensa que lo hizo al ver que algunas personas se ponían enfermas tras comer habas. Esa enfermedad se conoce hoy en día como favismo y la sufren aquellas personas que tienen deficiencia en una enzima que a muchos de vosotros os sonará: la glucosa 6-fosfato deshidrogenasa (G6PD). La mayoría de las personas con deficiencia en esta enzima son asintomáticas, siendo la combinación de la deficiencia con algunos factores ambientales (tales como la ingesta de habas) lo que produce síntomatología clínica.
La G6PD está implicada en la ruta de las pentosas-fosfato y cataliza el paso de glucosa 6-fosfato a 6-fosfoglucono-δ-lactona obteniendose una molécula de NADPH a partir de una de NADP+. El NADPH es una molécula reductora esencial para muchas rutas biosintéticas y además, protege a las células de las lesiones oxidativas producidas por subproductos metabólicos como son el peróxido de hidrógeno (H2O2) y los radicales libres superoxido, ambos muy reactivos. Estos se denominan en conjunto "especies reactivas del oxígeno" o ERO.
Las ERO también se originan, entre otras reacciones, en la detoxificación celular de algunos fármacos o componentes como la divicina (el ingrediente tóxico de las habas). En una persona normal el peróxido de hidrógeno formado al detoxificar la divicina se transforma en agua mediante la oxidación del glutation (y otras reacciones dependientes del NAPH). El glutation oxidado vuelve a su estado reducido mediante la oxidación del NADPH a NADP+. Si eliminamos gran parte de la producción de NADPH (por falta del enzima G6PD) entonces no se podrá reducir el glutation y por tanto se acumulará H2O2, el cual produce la peroxidación de los lípidos de la membrana del eritrocito llevando a su rotura. Esto es lo que ocurre en el favismo; a las 24 a 48 horas después de haber comido habas se produce la lisis de los eritrocitos y la liberación de hemoglobina en sangre. Como resultado se produce ictericia e incluso a veces fallo renal, lo que puede llegar a ser mortal.
Por otro lado, si nos fijamos en la distribución geográfica de la mutación, podemos ver cómo en el África tropical, zonas de Oriente Medio y el Sudeste asiático la frecuencia de la mutación llega hasta el 25%, casualmente las zonas donde la malaria tiene una gran prevalencia. ¿Casualidad o no? Sigue leyendo.
Distribución mundial de la malaria. Vía: Letrasdenada |
Diferentes estudios demuestran que el crecimiento de una de las especies de Plasmodium causantes de la malaria como es Plasmodium falciparum está inhibido en los eritrocitos de las personas con déficit en G6PD. La razón parece ser que el parásito no soporta el estrés oxidativo del eritrocito y muere. Sin embargo este estrés sí es tolerable para el hospedador humano. Como la ventaja que proporciona la resistencia a la malaria es mayor que la desventaja de tener una resistencia menor al daño oxidativo, la selección natural mantiene este genotipo G6PD-deficiente en las zonas donde la malaria es frecuente.
Se cree que la divicina (componente tóxico de las habas) también actúa como una especie de fármaco antimalaria al aumentar el estrés oxidativo en los eritrocitos de las personas sanas, lo que inhibiría el crecimiento del parásito. De esta forma Pitágoras aumentó inconscientemente el riesgo de que sus discípulos contrajeran la malaria, al no permitirles comer habas.
Fuente: Lehninger. Principios de bioquímica.