viernes, 24 de mayo de 2013

VER O NO VER, HE AHÍ LA CUESTIÓN



Cierra tu ojo izquierdo, sí,  has leído bien, tápate el ojo izquierdo. Ahora alejate de la pantalla unos 30 cm. Muy bien. Centra la vista (con el ojo derecho) en la cruz de la imagen superior y ve acercándote poco a poco hasta que casi llegues a la pantalla. 

¿Te has dado cuenta? ¿No? Fijate bien. En algún momento del recorrido el punto que hay al lado de la cruz DESAPARECE. Vamos, prueba otra vez. Ahora sí ¿verdad?.

Te preguntarás a qué se debe este efecto. Para ello, y con tu permiso, nos vamos a tener que adentrar en el interior de tu ojo de la misma forma que lo hace la luz para que puedas ver. ¡Vamos allá! 

Capas celulares de la retina. Fotoreceptores (derecha) y células ganglionares (izquierda)

Entrando por la pupila (el puntito negro en el centro del ojo) y atravesando todo el globo ocular llegamos a la parte trasera, la retina, donde se extiende un amplio territorio repleto de receptores llamados conos y bastones (a la derecha en la imagen). Sin entrar en  diferencias ni en más detalles visuales  (no es el tema) podemos decir que cuando la luz incide sobre los fotoreceptores, estos, a través de distintas conexiones celulares (parte central de la imagen), transforman la señal lumínica en una señal eléctrica que viaja hasta el cerebro a través del nervio óptico. Este nervio está formado por el conjunto de axones procedentes de las células ganglionares (a la izquierda en la imagen). De esta forma se reunen miles de axones en un único nervio, el cual debe salir de la retina por algún sitio ¿no? Pues he aquí el quid de la cuestión.



Como podéis ver en la imagen, la retina (la parte posterior del ojo) contiene una pequeña región  por donde este nervio encuentra su salida. Se conoce como papila óptica, disco óptico punto ciego y carece de  fotoreceptores. ¿Esto qué significa? Pues que por mucho que llegue la luz no se transmitirá ningun tipo de señal al cerebro y por lo tanto no se formará ninguna imagen procedente de esa zona.

En una situación normal, por ejemplo mientras lees este post,  no detectamos esa ausencia de visión ya que (y sino corregidme) nuestro cerebro interpreta la imagen en su conjunto, y como la zona correspondiente al punto ciego es mínima, simplemente no le afecta. Pero cuando centramos la atención en un punto concreto, como en el caso de la imagen con la que abro el tema, y buscamos conscientemente, entonces sí podemos detectarlo. Así, cuando el punto desaparece de tu campo de visión es porque la luz que llega a tu retina procedente de esa imagen incide sobre el punto ciego y la señal visual  no se envía al cerebro, dando la sensación de que el punto desaparece. Volved a repetir el ejercicio que os planteé al principio ya veréis como ahora lo veis todo mucho más claro, a menos que estéis sobre el punto ciego.  




lunes, 6 de mayo de 2013

CUESTIÓN DE OLOR

¿A quíén no le ha ocurrido que, encontrándose rodeado de gente, detecta un desagradable olor a sudor? Es el típico momento en el que te pones nervioso y piensas ¿soy yo o es el de al lado? Me atrevería a decir, casi con total seguridad, que todo el mundo ha pasado alguna vez por esta situación, cuanto menos, incómoda. Pues bien, ¿sabéis realmente a que se debe este olor y por qué se produce en determinadas zonas de nuestro cuerpo?

Una de las zonas "olorosas" Autor: David Shankbone Vía: wikimedia

Para empezar vamos a hablar un poco sobre el sudor. El sudor es una sustancia líquida producida y excretada por una serie de glándulas en nuestro cuerpo denominadas "glandulas sudoríparas". ¿Todas son iguales? No, existen diferentes tipos de glándulas en función del tipo de sudor que producen así como su localización y estructura. De esta forma podemos distinguir dos tipos principales de glándulas sudoríparas, ecrinas y apocrinas (de las apoecrinas no vamos a hablar aquí) .
Glándulas sudoríparas

Las glándulas sudoríparas ecrinas se encuentran distribuidas en la piel de casi todo el cuerpo, especialmente en la frente, palmas y plantas de las manos y los pies. Su función principal es la de contribuir a la regulación de la temperatura corporal a través de la evaporación del sudor.

El otro tipo de glándulas, las apocrinas, se localizan en las zonas axílar,  genital y anal principalmente. Estas glándulas (que no comienzan a funcionar hasta la pubertad) son estimuladas durante el estrés emocional y la excitación sexual, por lo que se puede suponer que su función dista mucho de regular la temperatura corporal. Además el sudor que producen difiere del de las ecrinas en el sentido de que es más viscoso y contiene lípidos, proteínas y otras sustancias que no se encuentran en el sudor ecrino.  

Si os fijais en la distribución de cada tipo de glándula podéis llegar a la conclusión de que las zonas que más suelen relacionarse con mal olor corporal son aquellas en las que se encuentran las glándulas apocrinas. Ante esto, es lógico pensar que el sudor emitido por estas glándulas contiene sustancias malolientes ¿no? No; ya os digo que es inodoro. ¿Entonces a qué se debe? Pues nada más y nada menos que a las bacterias.

Bacterias del género Corynebacterium
Las axilas (al igual que el resto de la piel) están colonizadas por varias especies bacterianas. De estas, las que tienen una asociación más fuerte con el olor desagradable procedente del sudor son aquellas pertenecientes al género Corynebacterium, principalmente C. striatum. Estas bacterias producen la descomposición enzimática de algunas sustancias precursoras presentes en el sudor de las glándulas apocrinas generando así otras sustancias malolientes como son ácidos grasos, derivados de esteroides y sulfanilalcanoles; y aunque todas contribuyen en cierta medida, parece ser que los ácidos grasos volátiles son los principales responsables del típico mal olor de las axilas. 



Con esta entrada hemos podido ver como nuestra microbiota, además de beneficiosa, puede ser un poco puñetera en algunos momentos. Pero tranquilos, cuando notéis ese olorcillo desagradable en el peor momento siempre os podréis excusar diciendo eso de: "no soy yo, son mis bacterias".

Esta entrada participa en el Carnaval de Biologia edición especial  micro-BioCarnaval, que hospeda @microBIOblog en su blog microBIO.